la puta luciérnaga pasó lento, el mono que le da cuerda al tiempo se aperezó, exponiéndola en cámara lenta, y eso que yo no la miraba... pero el rabillo de mi ojo notaba el brillillo fosforecer...
para aclarar: había una luciérnaga frente a ambos, un mono perezoso que controlaba el tiempo y yo aún la saboreaba de mis labios...
y ella con una risilla miraba a la luciérnaga, el mono perezoso le daba por dar cuerda al revés y luego lentamente al derecho para intentar comprender (por dyoz! es un puta mono en quien sabe que puta dimensión! que va a entender!?) y ella miraba la luciérnaga con esos ojillos suaves y una sonrisa tibia y pícara...
los árboles silbaban cancioncillas que hubieran matado a Tolkien de orgasmos y nos alumbraba una lámpara de canfín a la derecha... habían hojas secas, muchos árboles, grillos, esa leve claridad y un todo que parecía imaginado...
la luciérnaga terminó su acto, ella la persiguió hasta el final con la mirada y entonces me di cuenta que tanto capricho climático era para adornar algo realmente bello:
ella suspiró... tan fuerte que me golpeó en la memoria para siempre...
(uno le agradece al puto mono)