jueves, 15 de noviembre de 2007

una fruta de piedra y semillas ácidas

disociados perversos en tiempos de depresión... sexos, ardores, malos deseos y un ecosistema muy amplio para probar las debilidades ajenas... en cierta época de mi vida todo era un infierno y me sumí en la vanidad y superficialidad del mundo para satisfacerme en lugar de la famosa tristeza o melancolía correspondiente... decidí destramar los sentimientos profundos de mi cuerpo para llenarme vulgarmente de placeres físicos y hormonales... sin interés en la autodestrucción, sino más bien como un escape a las cosas interiores y profundas del ser humano... una cobardía quizá, pero honestamente se disfruta más que dejarse llevar por la otra parte: las tristezas...

fue un proceso automático. cuando a uno le ocurre algo malo uno se llena de muchos sentimientos diferentes, solo me dejé llevar por los que no contrastan con las aversiones comunes...

no fue por una situación de desamor (es típico pensar la probabilidad)...

pero hoy les cuento que tuve una época de perdición en mundos incoherentes de drogas, sexo y blues (alternativos pero cohersivos con el rock&roll)...

y entonces la conocí a ella: la versión alterna y contradictoria del cariño y el amor que puede sentir alguna persona... mala, pervertida, de sangre caliente, ojos fuertes y olía a todas las cosas prohibidas... una delicia a la morbosidad sexual y espiritual que todos tenemos por dentro...

y sin embargo este post de hoy no es para hablar de ella ni de mi... pero olvidé que era lo que quería contar hoy exactamente... puta. esto me pasa siempre, me disperso y de repente quedo perdido en lo que estaba pensando... diay si... estoy mamando... no recuerdo que iba a decir, pero ya gasté energías en expresarme... así que de todas maneras publicaré esta mierda...

lo que contaba giraba entorno a algo pero ahora quedé en el aire...

(meautoobro)