viernes, 28 de noviembre de 2008

tampoco está por allí

si no está tampoco estará... por intentar que algo que no está esté, fue que conocí a María...

rarísima, una diabla, subrayada y llegó en una carta... venía desarmada y aunque los lamentos de una mujer desarmada e infernal e inexistente y descubierta, pues no... para que acabar una oración así, la vara fue que la armé y tuve que darle parte de mi sangre...

María traía falsas noticias y prohibiciones... me dijo que no tocara terrenos a los que no tenía derecho, me dijo que los sueños son automáticos, que no quiere volver a verme intentar despertar un muerto...