sábado, 28 de marzo de 2009

la guerra tibia y la esperanza

no me opongo a promover ideas felices, pues algo de bien traerá este delirio de enfriar el planeta por una hora...

"por una hora en cientos de años" para sentirnos felices y tener algo de que hablar al almorzar, es como lo percibo... quizá tiene razón el amigo este que me dice que soy negativo y extremista y que eso no me deja mirar con bondad esta esta actividad...

pero no es eso, solo quisiera que no sea en vano este inicio, me gustaría que la idea diera a más que solo un placebo mundial...

si esto puede desarrollar una necesidad por enfriar el planeta en niños o adultos o no sé, pues que bien... no quejo de eso, maravilloso sería que tuviera consecuencias hermosas en la humanidad una hora con luz tenue...

pero una hora en cientos de años de tanto calor... ¿y mañana qué?

¿será que alguien despertará mañana con la idea de seguir haciéndolo todos los días? ¿será que las corporaciones o noticieros deciden perder dinero uniéndose a la causa?

creo que hay que mirar las cosas con más profundidad, no quedarse en la orilla mojándose los tobillos con el agua tibia y sonreír después...

hoy voy a ignorar esta idea, pero si funciona y los seres humanos despertamos me arrancaré las entrañas para colaborar...

de momento seguiré acá sentando y cohibiendo mi necesidad de correr a toda velocidad por los techos de las casas, como un gato loco y extraviado que no sabe para que escribe...