
solía llegar a mi casa y se lanzaba en el tapete que tengo junto a donde escribo estas tonteras... luego yo la miraba y ronroneaba y me dejaba arrancarle los calzones a mordiscos y patadas...
pero claro, la gatiña es malvada, va y viene y tiene el mejor sobrenombre del universo...
resulta que el año pasado se enamoró de una nena de 40, luego del no que le dieron ni siquiera le funcionaba el sexo por despecho conmigo, y eso que estoy entrenado para despecho...
y bueno, se fue tanto que casi es demasiado, ya empecé a extrañar su manera de enfermarme con sus moditos y coqueterías...
pero terrrible, me gustaría que este tipo de sensaciones me perduraran... si...