lunes, 22 de febrero de 2010

tacto


recientemente, cuando es menor el sueño antes de dormir, de la nada aparece una mujer y se acuesta en mi cama, junto a mi, muy cerca, rozando la poca temperatura que produce mi piel...

al intentar mirarla, casi se sienten las puntillas de sus dedos evitando que yo abra mis ojos...

en segundos, duermo profundamente...

por la mañana, cuando olvido como dormir, ella se va y yo siento una cortante advertencia que me evita mirarla...

me queda un olor untado en la mejillas, seco como talco, sanguinolento... al olerlo con paciencia percibo ternura y partículas de soledad...

¿serán sus caricias?