de niño me era dificil disfrutar de lo mismo que disfrutaban los demás niños, la felicidad y la diversión funcionaba diferente conmigo, las cosas que yo quería eran otras cosas... años después él aparece...
nunca tuvo nombre pues pocas veces lo llamé, parecía un frijol verde y usaba pantalones rojos con sombrero café... solía aparecer casi siempre detrás de las puertas, por eso me acostumbré desde pequeño a cerrarlas, para no asfixiarlo...
siempre que llegaba construíamos algo, lo dejábamos incompleto pues los caballos mecánicos o helicópteros de sombrero no son tan fáciles de fabricar, nos aburríamos juntos y siempre comenzábamos desde cero con otros materiales...
la última vez que lo ví ocurrió en una noche con lluvia y viento, en la ventana que tenía cortinas traslúcidas, lo noté desvanecerse junto a las tétricas figuras de las ramas de orégano... la tristeza de ese momento fue diferente...
la imagen es de Robert And Shana ParkeHarrison