un recuerdo espumoso:
yo la conocí a ella al montarme desesperado y triste en un bus hace bastantes años... vestía mezclilla blanca señida al cuerpo e iba sentada al lado derecho, quedaban pocos espacios y sin nada de casualidad me senté junto a ella... fue un impulso superficial, una rica ella...
por alguna razón ese día yo estaba invertido, y es que suelo oler primero, escuchar y observar después, y mirar al final... esta vez me salté todas y sólo miré... probablemente efecto secundario de mi tristeza...
durante un minuto intenté traspasar el aura de cigarro que la rodeaba para determinar su olor, pero fue imposible... perdí el interés... pero en diez segundos volví a sentirme agredido... algo más tenía que haber, no podía ser solo su aspecto, algo más me provocaba curiosidad...
hablamos trivialidades en lo que duró el bus hasta San Pedro e intercambiamos teléfonos...
~ahora todos tomados de la mano saltemos en el tiempo~ hemos caído dos semanas después cuando luego de invitarla a una fiesta amanece... yo despierto sintiendo algo raro en mi cuerpo, probablemente alcohol y alguna droga química, pero no lo recuerdo... no recuerdo nada del día anterior, solo la sensación de la droga en mi ritmo cardiaco y el alcohol finalizando...
ella está a la par mía, en una pose poco estética y solamente en calzones naranja... supongo que hubo sexo, pero nada es claro y yo no recuerdo... huelo mis manos y si; afirmo que hubo sexo...
me levanto de la cama y estoy desnudo, me toma treinta segundos ubicarme... no hay contraste con nada y abundan olores nuevos... me miro en un espejo y veo que tengo rasguños en el pecho y también en la espalda, no pude evitar reírme...
ella despierta y sonríe mientras me ve mirarme al espejo... dice luego de eso buenos días y luego que fue la peor cojida de su vida... no pude evitar reírme otra vez, yo no recordaba nada, para mi solamente habían olores porno, alientos ebrios y sus calzones naranja (muy agradables)...
intentó cobijarse con la sábana pero la detuve... me dijo estúpido y me dio un beso rápido en la frente, luego dijo que tenía hambre...
desayunamos pizza express...
durante meses nos reuníamos solamente para desligarnos de la decencia, para destramarnos... para drogas, para exagerar con el sexo, para demostrar como saciar las perversiones cuando no se tienen restricciones... nada, nada era prohibido y nunca tuvimos que pedir permiso por nada, yo hacía con ella lo que yo quería y ella tampoco se retenía...
hasta que un día amanece... esa mañana en lugar de cojer antes del desayuno ella me toma la mano con suavidad y se acurruca en mi pecho, luego empieza a tararear una canción...
yo empiezo a sentir algo raro, incómodo, nuevo y perturbador... ella sigue tarareando y presiona mi mano fuerte... luego sube como una araña y me planta un beso en la boca muy desesperado, increíblemente desesperado...
el desayuno fue diferente esta vez... ella dijo que yo me empezaba a transformar en algo tóxico y que ella se sentía cada vez más dependiente... y dijo que eso era malo para ambos...
acordamos desaparecer mutuamente de nuestras vidas...
tomé mis cosas y me fui... a los cien metros de su departamento algo me cubrió y de una manera muy densa y pesada acepté que ella se volvió algo más que casual, que se transformó en compañía para el momento más triste de una manera indirecta y satisfactoria... su acento argentino, su rostro lleno de máscaras, su hipocrecía para los demás... fue un impacto vulgar y pretencioso que me hizo dudar de mi cordura...
me devolví corriendo y toqué la puerta...
ella abre la puerta... por unos tres segundos no decimos nada, luego algo explota y yo la tomo con fuerza de su cadera para presionarla contra mi, para marcarme sus senos en el cuerpo y besarla como un animal... la arrastré hasta la cama mientras ella me desnudaba... y bueno, lo obvio es obvio.
luego del final, encendí un cigarro y lo puse en sus labios, la besé en la frente y coloqué el encendedor sobre el televisor...
y me fui, robándome el encendedor que usaba ella...