viernes, 24 de octubre de 2008

cuatro, mi olla de vapor

ORTOGONAL

soy un gigante que camina por la ciudad y escupo fuego, me como a los villanos, me automuerdo la nariz y eso duele...

rico oler sus piernas y sus calzones... sus señales con inseguridad son dulces pero yo me quedo acá... no quiero irme...

eran anaranjados, pero que triste...