miércoles, 25 de marzo de 2009

que gane el mejor

tengo que admitir que como hombre lobo y todo eso que implica socializar con bichos raros, pues nunca en mi cantidad exorbitante de años he conocido algún vampiro que me agrade... he sido hipócrita con ellos, he salido a bares con ellos y he cortejado para el beneficio de un fin de semana a algunas de ellas [fracazo completo dicho sea de paso]... pero que me agraden, pues no...

los caninos tampoco tenemos buena fama... pero este tema solo sería el inicio de una historia que no voy a contar por razones de cliché, digo, destruiría la nube de cliché en la que me envuelvo naturalmente para ocultar mis colmillos al público en general...

pero si contaré el desenlace...

hoy la vi y lo primero que hizo fue abrazarme y lo primero que hice fue abrazarla... por cierto ella no es vampira, lo es su pareja... pero su puto olor, es sorprendente, tiene un olor tan fuerte que personas con narices más sencillas logran olerla de igual modo, la encuesta en general dice que es un olor feo, pero no es cierto a mi me encanta...

su actual pareja y dueño es vampiro, dueño porque claro, los vampiros tienen esa habilidad de quedarse con la víctima hasta romperla y cambiarla a su beneficio, hasta envejecerla con la burla del amor...

la nena esta y yo quedamos en salir, quizá jugar billar y comer alguna cosa japonesa...

pero es raro encontrarse luego de 2 años con alguien que una vez tuviste en la cama con los pezones apuntándote a los labios y dudar, dudar del daño que podría tener luego de 2 años en exclusiva con un vampiro que no ha tenido exclusividad para ella...

no es que yo sea mejor que el puto vampiro, o que me encuentre a favor de la exclusividad, para nada...

¿será mucho pretender que el resto de la historia pueda suponerse? me putea la idea de criaturas inmortales que no me agradan... y los que amo si mueren...