
quiero una nena de cloroformo para incluirme en en el medio de sus apuestas con la vida... para regurgitar lo que perdí el otro día cuando aprendí a necesitar la ausencia de las cosas escazas...
la diferencia entre la belleza, el famoso y prehistórico equilibrio del aburrimiento, el amor, el sexo y la necesidad de satisfacer más belleza... lo que hay debajo de la cama nadie lo quiere ver, sin camisas y fornicando hasta incendiarnos con las luces tibias porque necesito cloroformo en toneladas platónicas, métricas, gringas o apostadas con bolinchas...