
hasta me aprendí esa canción deathpop que ni me gusta, pero se compensa con recitarla en sus pezones y con las rotondas terribles de su cadera desobediente...
y sin faltar las clásicas comisuras, la palabra me encanta, que se recueste en mi regazo desnuda para palpar esos pliegues deliciosos que se entrejuntan tan tentadores...
la geometría es perversa...