recibí un email que me solicitaba la receta de la inmortalidad, entonces decidí publicarla como puto alquimista que soy...
hay dos maneras que yo conozca, la primera es completamente química y terrrible: debes morder el labio de una persona que se encuentre al borde de la muerte y contagiarte de lo último que siente en este mundo, la persona debe morir teniendo una duda en su corazón... con el tiempo un tumor [suelen tomar formas] empezará a hablarte de lo mucho que no puedes morir... listo!
hm, recordé que estas cosas no deben contarse, es prohibido, ciertamente no sé porque...