
y me llegaba entonces una gripe que no provenía de animales, si no que provenía de cosas más sencillas, como la gripe del juguete del vecino, la gripe de la niña acaudalada del kinder, la gripe del pan con queso y tomate...
recuerdo una vez que yo golpeaba un árbol y saltaron sobre mi cientos de gusanos verdes... lloré semanas...