tengo esta terrrible necesidad, me siento como un cachorro y claro que cualquiera le puede rascar la cabeza a un perro...
es espantosa pero así de verdadera la manera de plantear mi problema con mis necesidades tenues... y por supuesto que dentro de la estética y las pocas magias que yo respeto, me parece que en estas circunstancias soy una criatura horrrible...
claro que plantearlo, escribirlo en el blog y sentirlo forman parte de mi naturaleza contra los eufemismos...
o podría callarme, verla sonreír así de bonito y esperar por casualidades químicas...
pero realmente me gusta muy poco ignorarme...