sábado, 28 de noviembre de 2009

me toca mentir algunas veces


soy un niño para ciertos días...

últimamente estoy muy relacionado con fantasmas, de esos que asustan y parecen una sábana... excepto que les da igual asustar y lo de la sábana es una sobrevalorada suposición...

conocí la historia de un hombre que murió camino a su casa, abrumado y pensando en el amor... cruzaba la calle sin pensarlo mucho y entre tanta tristeza un autobús ni lo notó... me dijo que yo tenía propiedades mitológicas y que debía cuidarme mucho, yo le dije que si algún día no tenía algún lugar donde sentirse cómodo, que tengo un infierno dentro de mi, donde puede practicar para cuando logre abandonar este mundo y destruirse contra la ausencia de metáforas, cuentos y leyendas... aunque si dios existe, le darán un arpa, le removerán el pene y tendrá millones de nubes para aburrirse por la eternidad...

como nos reímos esa vez...

que soy mitológico... cualquiera pensaría que es una ventaja tener pedazos mitológicos, pero lo cierto según me contó este fantasma, es que estas propiedades te atan a la vida, a la tierra, al mundo... y aunque mueras no te mueres, te transformas en un fantasma...

hablé con el panda, el dice que no tengo que preocuparme, que el puede con eso... hablé con el lobo, me dijo que él ya está muerto...

han sido días difíciles, donde me ha tocado que comprender que tengo un panda, un lobo muerto y que soy un ser humano normal...

pero no, que halago... ni tan normal...